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Las claves de las bandas sonoras en los videojuegos

El universo gamer es una de las industrias más rentables del mundo, moviendo miles de millones cada año e involucrando profesionales de diferentes ámbitos que forman parte de todo todo su ecosistema.

Y es que en el desarrollo de cada videojuego intervienen trabajos de diversas disciplinas artísticas que son necesarios para poder crear los universos interactivos e inmersivos que presentan hoy en día.

En este sentido, uno de los elementos más importantes que permiten que un videojuego sea capaz de trasladarte a otro lugar es sin duda su banda sonora. Por ello, hoy queremos hablarte de cuáles son las claves que se deben tener en cuenta cuando se desarrolla una composición musical con ese fin.

Un pequeño repaso de la historia de las bandas sonoras en videojuegos

De efectos sonoros a música chip

Los primeros sonidos creados para videojuegos no eran más que simples efectos que acompañaban al jugar en la partida y que podíamos escuchar en juegos como el Pinball o el Pac-man. Por aquel entonces, en la década de los 80, era necesario un microprocesador que trasladara la música a los altavoces, siendo un proceso complejo y de alto coste. 

Sin embargo, la música para videojuegos pronto experimentó un rápido desarrollo en paralelo a la mejora de la calidad de los gráficos: y es que a finales de los 80, vivió uno de sus momentos más importantes y nacieron piezas tan icónicas como la de Super Mario Bros o Final Fantasy.  

En esa época, el sonido de los videojuegos era conocido como música chip
(considerado incluso un género musical en sí mismo) y que no era más que  composiciones que se sintetizaban en tiempo real por un chip que estaba instalado en la misma consola, generando un tono muy característico.

La digitalización musical

A esta tecnología le siguieron las tarjetas para videojuegos de PC, que producían el sonido primero a través de síntesis FM (modulación de frecuencia) y más tarde con muestras PCM (modulación por impulsos codificados). En esa época, la mayoría de bandas sonoras de videojuegos consistía en archivos MIDI que daban

las instrucciones a la tarjeta de sonido del ordenador y sucedía que entonces dependían del dispositivo que se estaba usando. 

Más tarde, el abaratamiento de las memorias de los ordenadores y la mayor velocidad de los procesadores permitieron reproducir archivos digitales de sonido dentro del vídeojuego, dando lugar a la posibilidad de crear bandas sonoras mucho más elaboradas que ya no dependían del dispositivo que la reproducía.

La música en la trama del videojuego: el reto de la interactividad

Música adaptativa

Igual que sucede con la composición de las bandas sonoras para películas, el objetivo de la música en los vídeojuegos es potenciar el relato y ayudar al usuario a adentrarse en el universo complementando la experiencia sensorial. Sin embargo, existe una gran diferencia entre ambos: mientras que plantear una banda sonora para una película se realiza desde una mirada lineal, cuando hablamos de vídeojuegos se trabaja con música adaptativa, es decir, composiciones capaces de adaptarse a la interactividad del relato.

Te lo explicamos con un ejemplo:

Imagina que estás jugando con tu personaje y tu misión es llegar a un punto concreto. Durante el trayecto te adentras a un bosque mágico que viene acompañado por una melodía que literalmente te traslada ahí: paz, misterio, naturaleza… Todo es alegre y tranquilo. Sucede, de pronto, que algo se mueve detrás de un árbol y aparece un enemigo con el que deberás batallar. En ese momento, la música cambia y se torna tensa, más agresiva. 

Este es precisamente el reto de la interactividad: generar experiencias sonoras capaces de adaptarse en volumen, ritmo o tonalidad a las decisiones del usuario en el juego.

Los diálogos

Además de utilizarse para darle dimensión a la trama, la música para videojuegos es también un recurso utilizado en los momentos de diálogo entre personajes como otro elemento narrativo clave. 

Lo vemos en casos como Pokémon, donde la música simula a un personaje hablando a través de sonidos ininteligibles, aptos para cualquier idioma, que luego

se subtitulan. En este sentido, el sonido debe desarrollarse con la intención de aportar información al jugador sobre el tono o mensaje que se está generando. 

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